Cuidarte a ti y a tu bebé II

Esta es la segunda entrada de una serie sobre los aspectos de la salud que son importantes tanto para la madre como para el bebé durante el embarazo. 

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En la última entrada hablé de aspectos físicos: movimiento, ejercicio y descanso. Encontrarse bien físicamente influye mucho en cómo te encuentras anímicamente.

Pero al revés también, el estado de ánimo influye en cómo te encuentras físicamente: influye en tu postura y en los procesos fisiológicos del cuerpo.

Por esta razón voy a dedicar esta entrada a la importancia del cuidado emocional durante el embarazo.

La química de las emociones

A través de tu sistema neuroendocrino, los pensamientos, las creencias y las emociones se traducen en respuestas hormonales que afectan a la fisiología de tu cuerpo. Estos hormonas pueden inducir a la relajación o la activación del sistema nervioso.

Simplificando mucho podemos decir que ante estímulos agradables, el cuerpo responde con hormonas que producen relajación y bienestar. Cuando hay una situación de estrés, el cuerpo entra en modo de alerta y segrega hormonas para manejar la situación desafiante. Es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Sólo se convierte en patología si es un estrés prolongado, un modo de vida.

Cómo afecta la química emocional al embarazo

Cuando estás embarazada, el bebé también recibe esos cambios en la química de tu cuerpo a través de la placenta y por eso se suele decir que el bebé está conectado con tus emociones.

Hay varias hipótesis que relacionan las hormonas que llegan al feto con su desarrollo en el útero. El sistema endocrino es muy complejo y es difícil llegar a conclusiones claras, pero parece razonable pensar que las hormonas tienen alguna influencia.

Esto no quiere decir que sea necesario estar feliz y contenta durante todo el embarazo (aunque sí que es más agradable para ti). La vida tiene sus altibajos y una embarazada más.

Momentos de bajón, de miedo, de dudas, no van a perjudicar a tu bebé y, de hecho, parece que niveles moderados de estrés pueden ser necesarios para un desarrollo óptimo.

Cómo gestionar las emociones

Es muy natural tener muchos sentimientos incluso contradictorios durante el embarazo. Lo más importante es dejar espacio a esos sentimientos y aprender a gestionarlos.

Aquí van algunas ideas para la gestión de las emociones.

Compartir

Es muy enriquecedor y reconfortante compartir sentimientos con otras mujeres, embarazadas y mamás. Además, compartir problemas reduce inmediatamente los niveles de estrés, incluso aunque no se resuelva.

Respirar y relajar

La relajación es un gran remedio contra el estrés. Relajarse es descansar profundamente. Ese descanso es diferente al dormir. La relajación es un estado en el que no hay movimiento, ningún esfuerzo, y en el que el cerebro está tranquilo.

La respiración es una guía excelente para darte cuenta cuando algo te altera y una herramienta potente para volver a la relajación en esos momentos de alteración.

Revisar tu estilo de vida

En vez de preocuparse, es mejor idea ocuparse: tomar el embarazo como una oportunidad de empoderamiento y una oportunidad para reflexionar sobre tu visión del mundo. Los seres humanos podemos cambiar nuestra percepción de las experiencias que vivimos, tan solo por la manera de pensar. No sólo estás creando vida, que ya es algo increíble, sino que también puedas influir en alguna medida en cómo tu bebé va a ver y percibir el mundo.

Es una invitación, a reflexionar sobre cómo te encuentras, qué te hace sentir feliz y cómo quieres vivir. Aprende a meditar con las meditaciones guiadas que he preparado para ti.

¿Te has perdido la primera parte de este artículo? Descubre cómo cuidarte físicamente a tí y a tu bebé con el movimiento, el ejercicio y el descanso.

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